Argentina se convirtió en el país que más computadoras a estudiantes entregó a nivel mundial. Sin embargo, un tercio están rotas y el resto casi no se usan.
El plan Conectar Igualdad, impulsado por el kirchnerismo en 2010, apuntaba a “transformar la educación” y eliminar la brecha digital mediante el reparto de netbooks a estudiantes y docentes de instituciones educativas públicas. Argentina se convirtió en diciembre en el país que más cantidad de computadoras portátiles distribuyó en el mundo. Sin embargo, el proyecto recibe múltiples críticas por especialistas en educación.El dato, de por sí, es confuso: en los países desarrollados se evaluó la posibilidad de iniciar planes similares al de Conectar Igualdad, pero la brecha digital arrojaba números menores al 10%, con lo que carecía de sentido. Por eso, se volcaron de lleno a implementar pequeñas reformas educativas para digitalizar la educación de otra manera. Nuestro país, al igual que muchos otros de la región, se volcó por el reparto de computadoras. En diciembre, la presidenta Cristina Fernández entregó la número 4,7 millones.
Aún así, en declaraciones al diario El País, el exconsejero de Conectar Igualdad Alejandro Artopoulos sostuvo que un tercio de las computadoras no funciona o están rotas, con lo cual no se achicó la brecha digital tal como sostiene el gobierno. Según informó el Ministerio de Educación, hace cinco años sólo el 47% de los hogares argentinos contaba con una computadora. Con este plan, un 33% de esas familias recibió una netbook.
Pero la crítica principal tiene otro eje: según los registros a los que accedió Artopoulos, sólo el 10% de las computadoras son utilizadas en clase por los alumnos. El dato, negado por las autoridades, pone en evidencia que las capacitaciones docentes y las estrategias educativas adoptadas no fueron suficientes para poder aprovechar la inversión en tecnología que hizo el Estado.
Los directivos del plan le respondieron a ese matutino que sólo el 30% de los equipos no son utilizados. Aún así, reconocieron que falta reforzar la capacitación docente. “Es un programa de sólo cuatro años, que apunta a transformar la educación por completo, es un proceso largo pero hay muchas experiencias de uso”, sostuvo la coordinadora del plan Laura Penacca.
Sobre la cantidad de equipos rotos, desde el Ministerio de Educación informaron que solo
un 3,5% de los portátiles se encuentra fuera de servicio, aunque admitieron la necesidad de mejorar el sistema de reparación.
Pero hasta los más críticos del plan reconocen que se redujo significativamente el acceso a internet y a las nuevas tecnologías a partir de Conectar Igualdad. “El plan ataca en forma contundente el problema de familias enteras sin acceso a computadoras y la distribución ha sido eficiente: llegó a toda la población prevista”, sostuvo Artopoulos.
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