jueves, 17 de julio de 2014

EL 92% DE LOS DOCENTES NO SABEN CÓMO AFRONTAR HECHOS DE VIOLENCIA REITERADOS

La violencia en el ámbito escolar preocupa a docentes, sindicatos y autoridades. En medio de la creciente difusión de casos, una encuesta realizada en abril pasado por la Unión de Docentes Argentinos (UDA) revela que siete de cada diez docentes tuvo conocimiento de algún hecho de violencia en el establecimiento en el que trabaja.
La consulta del sindicato –que releva esta problemática en las escuelas públicas desde 2010, e incluso presentó en la Cámara de Diputados una iniciativa para crear un equipo interdisciplinario para erradicar la violencia en el ámbito escolar– contó con el testimonio de 8.800 docentes de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y de provincia de Buenos Aires, así como también de Entre Ríos, Corrientes, Santa Fe, Misiones, Formosa, Chaco, Jujuy, Salta, Santiago del Estero, La Rioja, Catamarca, San Juan, Mendoza, San Luis, Tierra del Fuego y Córdoba.
Ante la consulta sobre si fueron testigos o tuvieron conocimiento fehaciente de algún acto de violencia en los establecimientos donde trabajan, el 73% de los encuestados aseguró que sí. Pero lo más grave es que ante la pregunta acerca de si se encuentran preparados para hacer frente a este tipo de situaciones cuando son reiteradas o extremas el 92% dijo que no, dado que excede su formación.
“Tenemos que hacer un esfuerzo para que esto funcione y darle herramientas al docente para que pueda realmente desenvolverse”, señaló Sergio Romero, secretario general de UDA, en referencia a la Guía Federal de Convivencia Democrática que lanzó el Ministerio de Educación.
Las cifras demuestran que este tema es hoy una de las problemáticas más urgentes a resolver dentro de las instituciones educativas. El 54% de los docentes consultados consideró muy preocupante la violencia en los colegios, el 26% preocupante y un 12% sostiene que es un tema medianamente preocupante. Sólo el 8% no manifiesta intranquilidad al respecto.
Casos. En la Escuela César Humberto Casiva, de Las Heras, Mendoza, la comunidad educativa se encuentra a la espera de respuestas luego de lo ocurrido el miércoles 7 de mayo, cuando la madre de un alumno agredió físicamente a una preceptora a la que ya había amenazado diez días antes, tras enterarse de que su hijo podía recibir el pase a otra escuela por llevar un arma blanca al establecimiento educativo.
“La reacción agresiva se viene incrementando, pero éste es el primer hecho de violencia física de un padre hacia un docente o auxiliar docente. Son frecuentes los casos de violencia entre los alumnos y también de amenazas de parte de los alumnos a los docentes”, explicó a PERFIL Carolina Defilippi, coordinadora pedagógica de la institución, quien agregó que la preceptora agredida se encuentra afectada psicológicamente y con licencia.
El 10 de mayo de 2010,  la maestra Sandra Farías fue agredida por un alumno de primaria en la escuela Nº 57 de Colonia Urquiza, La Plata. “Con la primera trompada que me dio me noqueó, y a partir de ahí todo lo que puedo contar es lo que me narraron mis compañeras. Fui al hospital, pero cuando empecé a contar lo sucedido no recordaba una buena parte. Me internaron porque había tenido un traumatismo de cráneo. La rodilla nunca más la recuperé, sigo con dolor hasta ahora y me operaron”, relató la docente a PERFIL.
La nueva guía que lanzó el ministerio (ver aparte) aborda estos temas. “El bullying es una definición incompleta del problema, porque la discriminación no es bullying, pero en la escuela se trabaja para la no discriminación, la Guía habla sobre esto. Y también se refiere a situaciones de violencia de alumnos contra algún docente, alguna mamá contra alguna maestra o un maestro. También nos metemos con eso. La escuela debe prevenir y debe intervenir en cualquier situación que exista”, expresó el secretario de Educación de la Nación, Jaime Perczyk.
“El punto es cómo convivir. Siempre en la sociedad hay conflictos. Hay dos modos de resolverlos. Por medio del diálogo, de los acuerdos, de entender que uno muchas veces tiene que ceder y que la opinión de uno no es la única que vale. O por medio de la violencia, que puede ser física o simbólica. La violencia simbólica no es menor, es muy grave también”, expresó  Silvina Gvirtz, ex directora de Cultura y Educación de la provincia de Buenos Aires y directora ejecutiva del programa Conectar Igualdad. La especialista, además, advirtió sobre las consecuencias físicas y psicológicas que la violencia produce en los educadores: “Es un docente que se pierde para la escuela”.